Recuerdo de pasiones y de épicas contiendas,

juicio de los errores del pasado,

reflexión por el frenético presente

y nostalgia por lo perecedero de las cosas mundanas.

 

Miedo a lo desconocido,

Incertidumbre por hechos venideros.

Toma de conciencia

de “el aquí” y “el ahora”.

Ansiedad por divisar el punto de llegada

sin tener la certeza del tiempo y del espacio

que aún falta por recorrer.

 

Pero ya sobre el fin,

aferrarse a creer en el mañana

y en que existe todavía

un lugar y un tiempo para la esperanza.