Sentada en este bar aquí en Dorrego,
saboreo sorbo a sorbo esta cerveza
y mi última noche en Buenos Aires.
Desde aquí, a través del vidrio
veo como las luces juguetean por Corrientes
y una pareja de enamorados pasa abrazada.
Los ruidos interrumpen mis pensamientos,
observo todo a mi alrededor;
esta espera se hace interminable
mientras la noche se desvanece
con el correr del tiempo.