Si la madurez es renunciar a lo que se ama,
quiero una adolescencia tardía.
Si la madurez es la cordura aburrida,
amo mi locura desmedida.
Si la madurez es morir lentamente,
amo esta vida atormentada.
Si la madurez es resignarse,
amo esta inquietud sangrante.
Si la madurez es renunciar a sentir,
amo este torbellino de confusiones.
Si la madurez es aceptar que todo está bien,
amo esta lucha fervorizada.
Si la madurez es cambiar,
amo este ser que soy.
Porque, aunque mi vida
abandone este camino de pasiones,
este desequilibrado presente de lucha,
no entraré jamás en el camino de la resignación.
Porque resignarme
es morir estando viva,
es apagar la llama del amor
es desaparecer célula tras célula
es desvanecerse lentamente
es con-su-mir-se