Ebullición en la sangre,

torbellino de ideas y pasiones en pugna.

Estallido de furia en los sentidos,

invasión de pensamientos

con momentos, personas,

recuerdos, situaciones y  lugares.

Palabras convulsionadas

que se ahogan en la garganta sin pronunciarse.

Puños apretados hasta contracturar los músculos

y el estruendo de una explosión púrpura por doquier.