Plaza de mi barrio
bulliciosa y alegre,
con tus árboles sombríos
y tus bancos verdes.
Tu circular fuente refresca
a los visitantes sofocados
y en tus gradas sentada
una que otra pareja enamorada.
Las palomas buscan comida
y los perros juguetean por la arena;
los ávidos lectores disfrutan sus historias
y los vendedores pregonan sus golosinas ilusorias.
Globos multicolores zigzaguean
en el celeste azul del cielo;
y el sol como una llamarada
explota las burbujas calcinadas.
Muchos jubilados ociosos descansan
mientras los niños patean una pelota;
algunas niñas juegan en el tobogán
y otras en el sube y baja.
Hermosas jóvenes muestran su figura
bajo el voyeurismo de vecinos curiosos
y viriles adonis fortalecen sus bíceps
con su rutina de movimientos ceremoniosos.