Hoy una ráfaga de luz golpea mi puerta,

una simple mirada,

una tenue caricia

y dulces palabras dichas al oído.

Nuevamente la esperanza

renaciendo en mi sangre,

los anhelos adormecidos se despiertan,

savia nueva revive en mi ser;

vibran mis células esperanzadas

¿Puede ser?

Sí, hay vida todavía.