¿Podemos explicar el misterio del tiempo y del espacio?

Un punto, una línea, un hilo y formamos el ovillo, que ovillamos y desovillamos a lo largo de nuestra vida. En ese ovillo original se definen nuestros rasgos infantiles; empezamos el descubrimiento del universo y encontramos cómplices en la naturaleza para nuestras travesuras: una mariposa, una vaquita de San Antonio, una hormiga, un caracol…